Centro Psicología Mireia Muñoz

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¿Por qué no disfruto las relaciones sexuales?

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¿Por qué no disfruto del sexo?

  • ¿Alguna vez te has frustrado por no disfrutar de tus relaciones sexuales?
  • ¿Alguna vez has sentido malestar por no llegar al orgasmo o por no sentir placer?
  • ¿Alguna vez has sentido miedo, vergüenza o tristeza por una falta de erección o una eyaculación rápida?
  • ¿Alguna vez has anticipado lo que iba a ocurrir y te ha costado dejarte llevar?

Todo esto, lo trabajamos en terapia de la mano de psicólogas-sexólogas especializadas, en nuestro centro, con buenos resultados.

Pero a continuación, te hablaré de algunos puntos para que puedas conocer mejor por qué sucede y qué puedes cambiar.

¿Por qué no disfruto de mis relaciones sexuales?

Puede haber varias razones. Siempre recomendamos una revisión médica para descartar cualquier causa orgánica o física, pero la mayoría de veces, aquellos obstáculos que nos impiden disfrutar, son psicológicos.

A continuación te planteamos varias posibles causas:

  1. La falta de educación sexual ha generado muchos mitos sexuales como:
    • Los hombres siempre tienen deseo sexual.
    • Si no siente atracción sexual por mí, es que no le gusto lo suficiente.
    • A cierta edad, ya no se disfrutan igual las relaciones sexuales.
    • Buscar en las relaciones sexuales siempre la penetración o creer que, si no se tiene, las relaciones no son completas.
    • Buscar de forma continua el orgasmo, provocando frustración cuando no llega.
    • Enfocar el placer en la zona genital y olvidar otras partes del cuerpo dónde hay sensibilidad.
  2. Vivir el sexo desde la mente. Es importante tomar en cuenta lo que pensamos y cómo lo pensamos. Aquello que no sabemos, lo imaginamos, pero en realidad, no sabemos con certeza que eso sea así y nuestra mente empieza a proyectar esos miedos y a hacerlos más grandes, produciendo más angustia e impidiéndonos disfrutar más.
  3. No hacer una buena gestión emocional de nuestras emociones, como el miedo, la duda, la frustración, la rabia o la tristeza; emociones que aparecen frecuentemente en nuestra sexualidad.
  4. La falta de comunicación. Si no comunicamos lo que necesitamos, deseamos y queremos, no podremos obtenerlo. Es importante hacer un ejercicio de honestidad con uno mismo y con el otro. Si no disfrutas en algo, comunícalo con asertividad (teniendo respeto y cuidado). Eso abarca, prácticas, posturas, lenguaje, fantasías o incluso la forma de tener relaciones sexuales. Tal vez necesitas otro tipo de caricias, ritmo, presión, tocar otras partes…

Sexo y Autoestima

¿Influye la autoestima en el sexo?

Por supuesto. Si no te ves bien, no te dejarás ir igual y además puede condicionar tu respuesta sexual a la hora de sentir excitación o tener un orgasmo, si crees que no vas a gustar al otro o no tienes una buena valoración de tu cuerpo o de ti. Por ello, es importante trabajar esa parte, para evitar que te condicione, te cause malestar o te impida realmente estar presente en tu sexualidad. Estar presente significa poder disfrutar del momento con aquello que sucede, sin estar pensando en otras cosas o estar pendientes de otros factores.

¿Qué hacer para disfrutar del sexo?

Una de las frases que a veces escucho mucho en consulta es la de “me cuesta dejarme llevar en el sexo”. Y eso es porque hay una necesidad de control, que impide a tu cuerpo fluir, relajarse y disfrutar. Y esa necesidad es la que hay que trabajar para aprender a soltar. Soltar aquello que, en realidad, no necesitas y te impide disfrutar.

  1. Toma conciencia de lo que piensas y de lo que sientes, para ver si te estás saboteando de forma inconsciente y plantéate la pregunta: ¿Cómo vivo el sexo?
    La sexualidad es cuerpo, es piel… es SENTIR. Y cuando lo enfocamos desde lo que toca hacer, anticipamos lo que va a ocurrir, pensamos si lo hacemos bien o mal o si gustaremos al otro… lo vivimos desde nuestra mente. Baja tu atención a tu CUERPO.
  2. Conócete. No sólo cómo es físicamente, sino qué sientes con cada caricia y en cada encuentro. En la medida en que empieces a escucharte, empezarás a conectar más con tu cuerpo y podrás disfrutar más de él.
  3. Toma el sexo como un juego en el que explorar y no en el que juzgar. Estás exigiendo al cuerpo cómo responder y no fluyendo con él y permitiendo que aparezcan otras respuestas. El juego, e incluso reírnos, nos abre a estar receptivos. El miedo y la exigencia, nos cierra.
  4. Respira. Se nos olvida respirar en el sexo y la respiración no sólo ayuda a regularizar emociones, sino a movilizar nuestra energía sexual y a conectar con nuestro deseo y nuestro placer.
  5. Genera un espacio de intimidad. Un contacto visual, una sonrisa, un juego previo, facilita que el cuerpo se relaje y se cree un espacio de conexión entre dos personas. Ese espacio es el que permite crear todo lo demás. Y a veces se pierde y nos cuesta más encontrarnos.

Todos estos ingredientes los trabajamos en terapia, mediante un proceso que abarca la parte mental y corporal. Pueden aparecer otras variables en tu caso que se tomarán en cuenta, pero recuerda que siempre se le puede dar otro enfoque y otra dirección ante aquello que no va bien o no transcurre como a ti te gustaría.

El sexo está para que lo disfrutes, de la forma que sea y como tú decidas. Si esto no sucede, merece la pena poner tu atención ahí para darle ese giro que tu cuerpo te está pidiendo, y que, hasta el momento, no has sabido cómo hacerlo.

Siempre hay otra forma de vivir la sexualidad. No te conformes si no es satisfactorio para ti.

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Sobre Mireia Muñoz
Sobre Mireia Muñoz

Realizo terapia desde hace 15 años, imparto talleres de formación, charlas de educación sexual y talleres de meditación y tantra emocional.

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